Las lesiones de rodilla son comunes, especialmente al realizar algún deporte. Las más comunes son las que se producen en los tejidos blandos, por ejemplo, en los ligamentos y tendones. Sin embargo, también es posible que los huesos se dañen.

Acerca de las lesiones de rodilla
Síntomas de las lesiones de rodilla
Causas de las lesiones de rodilla
Diagnóstico de las lesiones de rodilla
Tratamiento de las lesiones de rodilla
Prevención de las lesiones de rodilla
 

Acerca de las lesiones de rodilla

Las lesiones de rodilla más comunes son las siguientes:

  • esguince: uno o varios ligamentos se estiran demasiado a causa de una torcedura o un tirón. Debido a ello, el ligamento se puede desgarrar o romper.
  • desgarro: un tendón o músculo se estira demasiado.
  • daño al cartílago de la rodilla: el cartílago es un disco en forma de media luna llamado menisco, que funciona como "amortiguador" de la rodilla.
  • uso excesivo: esta lesión es muy común en las personas que corren.

Lesiones en los ligamentos de la rodilla
Los ligamentos conectan los huesos entre sí. Los que están por fuera de la articulación de la rodilla se denominan ligamento lateral interno y ligamento lateral externo. Estos sustentan la rodilla, proporcionando estabilidad y limitando el movimiento lateral.

  • El ligamento lateral interno está ubicado en la parte interna de la rodilla, y se tensa cuando la pierna se estira.  Este es un ligamento fuerte; sin embargo, puede sufrir un esguince o romperse  (desgarrarse) por completo si la pierna estirada se tuerce al mismo tiempo que se mueve bruscamente hacia un lado: por ejemplo, en un tackle (una entrada) de rugby.
  • El ligamento lateral externo es una especie de cordón delgado y fuerte que recorre la parte externa de la rodilla, y conecta la base del fémur a la cabeza del peroné (uno de los huesos de la parte inferior de la pierna).  En general, no se daña solo, pero es posible que haya que repararlo si usted se ha dañado otros ligamentos.

Las lesiones de los ligamentos lateral interno y lateral externo pueden clasificarse de la siguiente forma:

  • de primer grado: es un esguince sin desgarro del ligamento.
  • de segundo grado: es un desgarro parcial del ligamento.
  • de tercer grado: es un desgarro total del ligamento.

Los ligamentos que están en el ïnterior de la articulación de la rodilla se denominan ligamento cruzado anterior y ligamento cruzado posterior. Se denominan “cruzados” porque están en forma de cruz. El ligamento cruzado anterior cruza por delante del ligamento cruzado posterior. Estos ligamentos proporcionan estabilidad a la rodilla en diferentes posiciones, especialmente cuando la articulación de la rodilla se mueve hacia adelante y hacia atrás.
 
Otras lesiones de los tejidos blandos
Los demás tejidos blandos que recubren la rodilla también pueden lesionarse. Se denominan “blandos” todos aquellos tejidos del cuerpo que no son huesos.
 
Si usted practica algún deporte que implique hacer girar la parte superior de la pierna mientras el pie queda fijo en el suelo, puede desgarrarse el cartílago de la rodilla. A medida que la persona envejece, el cartílago se va desgastando (se degenera), lo cual aumenta la probabilidad de desgarros, incluso con lesiones mucho menores.
 
El uso excesivo de la rodilla también puede dar lugar a que el tendón rotuliano se desgarre. El tendón rotuliano conecta la rótula con los músculos del muslo.

Síntomas de las lesiones de rodilla

Los síntomas asociados a la mayoría de las lesiones de los ligamentos son similares, independientemente de cuál sea el que se haya dañado.  Estos pueden incluir los siguientes:

  • dolor;
  • inflamación;
  • inestabilidad –  puede sentir que la rodilla está endeble o se le traba.

Es posible que experimente la sensación de que algo estalla o se rompe al producirse la lesión, e incluso que escuche un ruido seco. También pudiera ser que no logre apoyar correctamente la pierna afectada  ni recargar el peso total de su cuerpo sobre esta.
Si se dañó el cartílago de la rodilla, usted no sentirá dolor directamente; sin embargo, podría experimentar cierto grado de dolor o molestia a consecuencia de la inflamación que produce la lesión. El dolor pudiera presentarse en la parte interna o externa de la articulación de la rodilla (según la rodilla en que se haya dañado el cartílago), y es posible que haya cierta inflamación.
 
Si tiene alguno de estos síntomas, consulte a su médico de cabecera o fisioterapeuta.
 

Causas de las lesiones de rodilla

Usted puede lesionarse la rodilla en los siguientes casos:

  • si la rodilla recibe un impacto o se desplaza fuera de su rango habitual de movimiento, por ejemplo, si usted se cae o “aterriza” en una posición forzada.  
  • si practica un deporte que implica correr, saltar y detenerse, realizando cambios rápidos de dirección, por ejemplo, el fútbol.
  • si padece de una enfermedad tal como la osteoartritis o la gota, o si tiene mucho sobrepeso.
  • si se golpea las rodillas contra el tablero de instrumentos en un accidente automovilístico (las lesiones del ligamento cruzado posterior se conocen también como "lesiones de tablero de auto", ya que es la forma en que suelen producirse).

Diagnóstico de las lesiones de rodilla

Su médico de cabecera o fisioterapeuta le preguntará cuáles son sus síntomas y le examinará. Durante el examen, el médico podrá palpar la articulación, presionando suavemente la rótula para determinar si hay acumulación de líquido, en particular si la rodilla no muestra gran inflamación. Su médico de cabecera o fisioterapeuta le pedirá que describa cómo se produjo la lesión, dónde le duele y qué tipo de dolor siente.
 
Además, podrá examinar su rodilla flexionándola y extendiéndola, así como moviendo la pierna en diferentes posiciones mientras usted permanece acostado o sentado, a fin de determinar si hay alguna lesión en los ligamentos o los tejidos blandos.  
 
Su médico de cabecera o fisioterapeuta podría pedirle que realice movimientos tales como dar un paso, agacharse o brincar.
 
Es posible que se le indique realizarse otros exámenes en un hospital o una clínica. Estos pudieran incluir un estudio de resonancia magnética (MRI), un ultrasonido o, en ocasiones, una radiografía. Estos exámenes podrían ayudar a  diagnosticar lesiones más graves o complicadas.

 

Tratamiento de las lesiones de rodilla

Los tratamientos que recibirá dependerán del tipo y de la gravedad de la lesión que usted tenga.  
 
Autoayuda
Para tratar cualquier tipo de lesión en los tejidos blandos de la rodilla, utilice el método “PRICE”. El método PRICE, por sus siglas en inglés, significa lo siguiente:

  • Protección (Protection). Proteja su lesión de daños mayores.
  • Reposo (Rest).  Repose durante los dos o tres primeros días; posteriormente, reanude poco a poco el movimiento para no perder demasiada fuerza muscular.
  • Hielo (Ice). Aplíquese compresas frías (por ejemplo, hielo o una bolsa de guisantes congelados envuelta en una toalla) para reducir la inflamación y los moretones. No aplique el hielo directamente sobre la piel, porque puede dañarla.
  • Compresión (Compression). Comprima la articulación con vendas para contener la lesión y ayudar a reducir la inflamación.
  • Elevación (Elevation). Eleve la rodilla apoyándola por encima del nivel del corazón y manténgala firme.

Hay ciertas cosas que usted deberá evitar durante los tres primeros días después de haberse lesionado, para no dañarse más la rodilla. Debe evitar lo siguiente:

  • El calor. Esto incluye tomar un baño caliente o usar una bolsa térmica.
  • El alcohol. Consumir bebidas alcohólicas puede aumentar el sangrado y la inflamación en la zona afectada.
  • Correr o realizar otros tipos de ejercicio.
  • Masajear la rodilla lesionada. Esto puede ocasionar más inflamación o sangrado.

Es posible que usted deba usar muletas o una rodillera, para asegurarse de que la rodilla afectada no reciba todo el peso del cuerpo.
 
Medicamentos
Usted puede comprar analgésicos tales como el paracetamol o el ibuprofeno para tratar el dolor leve y moderado. Si el dolor es agudo, su médico de cabecera podría recetarle analgésicos más fuertes. Además de aliviar el dolor, los analgésicos pueden reducir la inflamación y la hinchazón. Lea siempre el prospecto de información al paciente que viene con el medicamento, y si tiene preguntas, consulte a su farmacéutico o médico.
 
Fisioterapia
Si la lesión es más grave o compleja, su médico de cabecera pudiera referirle a un fisioterapeuta (un profesional de la salud que se especializa en el movimiento y la movilidad). También puede elegir consultar a un fisioterapeuta de manera privada.
El fisioterapeuta desarrollará un programa de ejercicios de rehabilitación para fortalecer la rodilla y estirar los músculos gradualmente.  Estos ejercicios variarán según el tipo y la gravedad de la lesión que usted tenga.  El fisioterapeuta también puede emplear diversas técnicas para que la rodilla se sane más rápido.
 
En ciertas ocasiones, durante la rehabilitación se utilizan rodilleras, por lo general cuando la lesión ha sido grave.
 
Cirugía
En algunos casos, es posible que se requiera cirugía para reparar el daño sufrido por la rodilla. Esto suele suceder en los siguientes casos:

  • si se ha desgarrado el ligamento lateral externo.
  • si usted se ha dañado el ligamento cruzado anterior y practica deportes con frecuencia, o si se ha desgarrado también el cartílago o el ligamento lateral interno. Es posible que necesite una cirugía reconstructiva, la cual consiste en tomar un injerto del tendón (por lo general, de la rótula) para reemplazar el ligamento dañado.
  • si el daño abarca más de un ligamento o tejido de la rodilla.
  • si se ha desgarrado el tendón rotuliano.
  • si sigue sintiendo dolor en la rodilla, o si esta se traba debido a una lesión del menisco.

 

Prevención de las lesiones de rodilla

Existen algunas precauciones que usted puede tomar para tratar de disminuir el riesgo de dañarse los ligamentos de la rodilla.

  • Haga ejercicios con frecuencia para mantenerse en buena forma. Esto hará que sus músculos estén más fuertes y puedan sostener mejor las articulaciones, incluidas las rodillas. Si no ha realizado ninguna actividad durante cierto tiempo, comience poco a poco y gradualmente aumente la intensidad del ejercicio.
  • Dedique de 5 a 10 minutos al calentamiento antes de hacer ejercicio, para aumentar el flujo sanguíneo a los músculos y reducir la posibilidad de sufrir una lesión. Muchos profesionales del deporte aconsejan estirar los músculos después del calentamiento y, nuevamente, después del enfriamiento; sin embargo, los beneficios del estiramiento antes o después del ejercicio no están comprobados.

Respuestas a preguntas sobre las lesiones de rodilla
Esta sección contiene respuestas a preguntas comunes sobre este tema. Las preguntas fueron sugeridas por profesionales de la salud, comentarios en el sitio web y consultas por correo electrónico.

Me hice un esguince en un ligamento de la rodilla. ¿Cuánto tardará en sanarse?
¿Qué analgésicos son mejores para las lesiones de rodilla?
¿Puedo aplicarme un gel o spray analgésico directamente en la piel, en lugar de tomar tabletas? ¿Es eficaz?
¿El árnica puede ayudarme a aliviar mi lesión de rodilla?
¿Es más probable que haya sufrido una lesión en la rodilla debido a mi osteoartritis?
 

Me hice un esguince en un ligamento de la rodilla. ¿Cuánto tardará en sanarse?

Respuesta
El tiempo que su esguince requerirá para sanar depende de la parte en que se haya dañado la rodilla y de la gravedad de la lesión. Si el esguince fuera leve, es probable que demore entre tres y seis semanas en sanarse. Si la lesión fuera más grave, y según si requiriera o no cirugía, la recuperación completa podría tardar entre dos y doce meses.
 
Explicación
La mejor forma de ayudar a que su lesión sane es seguir el método PRICE inmediatamente después de haberla sufrido.  PRICE (por sus siglas en inglés) significa protección, reposo, hielo, compresión y elevación. Si sus síntomas no ceden, o si el dolor y la inflamación se intensifican, consulte a su médico acerca de la posibilidad de recurrir a la fisioterapia o a otro tratamiento.
 

¿Qué analgésicos son mejores para las lesiones de rodilla?

Respuesta
Consulte a su farmacéutico o médico de cabecera  con respecto a los medicamentos disponibles y a cuáles se ajustan mejor a sus necesidades.
 
Explicación
El paracetamol puede aliviar un poco el dolor. En caso de que este no logre calmarle el dolor, su médico de cabecera podrá sugerirle un analgésico más fuerte llamado codeína. También pudiera usar un antiinflamatorio (por ejemplo, ibuprofeno) en forma de crema o gel que se aplique directamente sobre la piel. Además, podrá tomar antiinflamatorios en tabletas, pero deberá esperar hasta 48 horas de haber sufrido la lesión para comenzar a hacerlo. Esto se debe a que las tabletas antiinflamatorias pueden retrasarle el proceso de sanación si las toma inmediatamente después de haberse lesionado.
 
Algunas personas no pueden usar ibuprofeno ni otros antiinflamatorios no esteroideos (AINE), o bien deben hacerlo con precaución. Los AINE tienen efectos secundarios en el sistema digestivo, lo que puede representar un riesgo mayor en personas de la tercera edad. Si usted tiene asma, también debe usar los AINE con cuidado. Consulte a su farmacéutico o médico de cabecera  con respecto a los medicamentos que se ajustan mejor a sus necesidades. Si su dolor es agudo, es posible que su médico deba recetarle un antiinflamatorio más fuerte u otro tratamiento.
 

¿Puedo aplicarme un analgésico en gel o spray directamente en la piel, en lugar de tomar tabletas? ¿Es eficaz?

Respuesta
Los analgésicos antiinflamatorios no esteroideos pueden usarse en forma de gel, crema o spray y aplicarse directamente en la piel. Este tipo de analgésico puede aliviarle el dolor durante la primera semana después de haberse  lesionado. Si el dolor continúa después de ese plazo, otros tipos de analgésicos pueden resultarle más eficaces.
 
Explicación
Los antiinflamatorios no esteroideos (AINE), tales como el ibuprofeno, pueden aliviar el dolor y la inflamación causados por un desgarro o esguince en la rodilla. Los AINE (por ejemplo, el ibuprofeno y el ketoprofeno) están disponibles en gel, crema o spray que usted puede aplicarse directamente en la piel mediante un suave masaje, y también en forma de tabletas o cápsulas que se toman por vía oral.
 
Algunos AINE en forma de gel o spray pueden adquirirse en la farmacia, y otros se venden con receta médica.  Estos tipos de analgésicos funcionan en casos de esguinces y desgarros, y pueden aliviar el dolor durante una semana después de producida la lesión. A medida que la lesión empieza a sanar, y el dolor y la inflamación a ceder, los analgésicos que se aplican en la piel van perdiendo eficacia.
 
Si usted presenta un riesgo particular de sufrir efectos secundarios en el sistema digestivo (efectos secundarios gastrointestinales) debido a los AINE en forma de tabletas o cápsulas, es posible que una buena alternativa sea usarlos en gel, crema o spray, pero consulte primero a su farmacéutico o médico de cabecera.   Si le han dicho que usted no puede tomar AINE en forma de tabletas (por ejemplo, por ser alérgico a estos o por tener asma), no deberá usarlos en forma de crema, gel ni spray. No use estos productos si tiene la piel lacerada.
 

¿El árnica puede ayudarme a aliviar mi lesión de rodilla?

Respuesta
Es poco probable. No hay evidencia convincente que indique que el árnica ayuda en casos de esguince y desgarro.
 
Explicación
El árnica suele promocionarse como tratamiento para aliviar las lesiones en los tejidos blandos, tales como esguinces y desgarros. Está a la venta como remedio naturista (generalmente en forma de aceite), y también como medicamento homeopático.  No se han realizado estudios sobre remedios naturistas que contengan árnica. Se ha estudiado el árnica como medicamento homeopático para esguinces y desgarros.  Sin embargo, estos estudios no revelan evidencia convincente alguna de que el árnica ayude con los esguinces y desgarros.
 

¿Es más probable que haya sufrido una lesión en la rodilla debido a mi osteoartritis?

Respuesta
En ocasiones, la osteoartritis puede ocasionar debilidad muscular en la rodilla y, por tanto, ejercer mayor presión sobre los ligamentos.
 
Explicación
En ocasiones, la osteoartritis que afecta la rodilla puede dañar los ligamentos y los músculos. Si esto ocurre, a veces la articulación de la rodilla puede “fallar”. Sin embargo, si se mantiene activo y ejercita regularmente la rodilla, podrá evitar que se produzca este tipo de lesión. Existe cierta evidencia que demuestra que el ejercicio también puede reducir el dolor que produce la osteoartritis de rodilla, así como prevenir la discapacidad a largo plazo.
 
Es posible que se le indique que pruebe con una combinación de diferentes tipos de ejercicio. Los ejercicios de fortalecimiento reforzarán los músculos que rodean las articulaciones, y esto, a su vez, ayudará a estabilizar las mismas y a aliviar el dolor. Asimismo, trate de hacer algunos ejercicios aeróbicos: cualquier cosa que le aumente la frecuencia cardíaca y le haga perder un poco el aliento. Este tipo de ejercicio puede aliviarle el dolor, así como mejorar su estado general de salud y bienestar. A su vez, la actividad aeróbica le ayudará a perder peso o a controlarlo, con lo cual reduce las posibilidades de que sus problemas de rodilla empeoren en el futuro.
 
Los ejercicios de rango de movimiento y los de estiramiento también son importantes para mantenerse flexible y con buena movilidad. Esta clase de ejercicio consiste en mover las articulaciones en todo su rango de movimiento,  tratando de llevarlas un poco más allá del límite.
 
Además de mantenerse activo en general, su fisioterapeuta también pudiera aconsejarle que haga algunos ejercicios específicos para la rodilla; estos se denominan ejercicios musculares para cuádriceps o muslos. Los cuádriceps son los músculos situados en la parte delantera de los muslos, que se debilitan a causa de la osteoartritis. Por este motivo, es importante ejercitarlos y fortalecerlos. De esta manera, usted puede reducir el dolor y conservar la mayor movilidad posible. Este tipo de ejercicios incluye elevar las piernas extendidas, y estirar y contraer los músculos.
 
Es importante que se asesore acerca de los tipos de ejercicios que se ajustan mejor a sus necesidades. De este modo, usted no forzará los músculos y las articulaciones en forma individual, lo que pudiera ocasionarle lesiones y problemas a largo plazo. Su médico de cabecera le referirá a un fisioterapeuta, a un enfermero especializado o a un reumatólogo (un especialista que se ocupa del sistema musculo-esquelético, las articulaciones y los tejidos circundantes), quien le brindará asesoramiento especializado.

Más información

Chartered Society of Physiotherapy (Sociedad Colegiada de Fisioterapia)
www.csp.org.uk


Fuentes

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  • Khan KM, Scott A. Mechanotherapy: how physical therapists’ prescription of exercise promotes tissue repair. British Journal of Sports Medicine 2009;43:247–52.

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