¿Cómo aliviar la artrosis y mejorar la movilidad?

¿Qué es la artrosis y por qué ocurre?

La artrosis, u osteoartritis, como también se le conoce, es una enfermedad degenerativa que empeora con el paso del tiempo, y que afecta las articulaciones, que se produce a causa del desgaste del cartílago articular. La Clínica Universidad de Navarra explica que el desgaste o destrucción de este cartílago que recubre las superficies óseas puede hacer que los extremos de los huesos se rocen, produciendo malestar y dolor.

Esta enfermedad puede afectar a cualquier articulación en el cuerpo, pero lo más común es que se presente en las articulaciones de las manos, las rodillas, las caderas y la columna vertebral.

Los factores que influyen en el desgaste del cartílago articular y aumentan el riesgo de padecer de artrosis son muy variados, e incluyen el envejecimiento, la obesidad, las lesiones articulares, la genética, las deformidades óseas y algunas enfermedades metabólicas como la diabetes.

Si no se atiende, las personas se exponen a consecuencias graves, porque el dolor que produce la enfermedad puede dificultar las tareas diarias, el descanso y el sueño. En algunos casos también es posible que las personas desarrollen depresión y otros trastornos de salud mental debido al malestar que genera.

Esta enfermedad se suele confundir con la artritis, una enfermedad que puede causar síntomas similares, pero que tiene diferencias importantes con la artrosis. Para seguir profundizando en el tema, te recomendamos leer nuestro artículo sobre artritis y artrosis.

¿Qué es bueno para la artrosis?

Tal como señalamos en el apartado anterior, la artrosis puede presentarse como consecuencia de lesiones, sobrepeso, o del desgaste articular que se produce al practicar ciertas actividades. Esto quiere decir que hay factores de riesgo que se pueden controlar para prevenir la artrosis o, en su defecto, reducir el impacto que tiene sobre el bienestar de las personas que la padecen.

Estas son algunas de las recomendaciones de los especialistas:

• Hacer ejercicio de forma regular: los ejercicios de bajo impacto y los ejercicios isométricos pueden ayudar a fortalecer los músculos que están cerca de la articulación y reducir la rigidez que provoca esta enfermedad.
• Terapia de frío o calor: por lo general, a las personas con artrosis se les recomienda el uso de las terapias de frío o calor para el dolor muscular. Esto puede servir para relajar los músculos, aliviar el dolor y disminuir los espasmos musculares.
• Mantener un peso adecuado: la obesidad y el sobrepeso son un factor de riesgo importante para la artrosis, ya que el peso corporal genera tensión en las articulaciones de las rodillas y las caderas. En este sentido, controlar el peso puede ayudar a aliviar la tensión y reducir el dolor que produce la enfermedad.  
• Adoptar una buena postura: corregir la postura de la espalda también puede hacer una diferencia importante. Los especialistas resaltan que al hacerlo los músculos se utilizan de la forma apropiada, lo que podría reducir la presión sobre los huesos y las articulaciones.
• Descansar lo suficiente: el descanso es fundamental por muchos motivos, y en el caso particular de la artrosis, hay que mencionar que puede ayudar a controlar el dolor, mejorar el funcionamiento del sistema inmunológico y favorecer la recuperación del cuerpo.
• Evitar la sobrecarga de las articulaciones: hay actividades que pueden aumentar el riesgo de complicaciones y producir mucho dolor, sobre todo si se sobrecargan las articulaciones. Hacer movimientos repetitivos o levantar objetos pesados, por ejemplo, puede afectar más las articulaciones y empeorar síntomas como el dolor, la inflamación y la rigidez.
• Usar un buen calzado: un artículo de Mayo Clinic que habla sobre la artrosis, menciona que el uso de ciertas plantillas o zapatos, puede servir para reducir la presión sobre las articulaciones y controlar el dolor.

Estas son tan solo algunas de las recomendaciones que se pueden aplicar para controlar la artrosis, pero las estrategias son muy amplias y se pueden complementar con el tratamiento recomendado por los médicos. Las terapias de movimiento como el taichi y el yoga no solo cumplen con este propósito, sino que pueden ayudar también a mejorar la circulación de las piernas.

Es importante resaltar que estas recomendaciones de autocuidado no reemplazan el tratamiento médico de la artrosis, y que no en todos los casos son igual de efectivas. Este artículo tiene un propósito informativo y educativo, y no reemplaza la opinión de un profesional sobre el tema. 

¿Cuándo es necesario el reposo y cuándo es perjudicial?

La práctica de ciertas actividades puede afectar a quienes padecen de artrosis y aumentar el malestar que produce esta enfermedad, pero esto también puede ocurrir con el descanso. Pasar largos periodos de tiempo sin moverse puede hacer que las articulaciones se vuelvan más rígidas y complicar aún más los síntomas de la artrosis.

Un artículo del National Institute of Arthritis and Musculoskeletal and Skin Diseases habla de esto y señala que es común que las personas con osteoartritis tengan dolor articular y rigidez después de pasar algo de tiempo en reposo.

Pero esto no quiere decir que no se deba descansar. Dormir, por ejemplo, es fundamental para que el cuerpo funcione de la manera adecuada, tal como resaltamos en apartados anteriores.

Además, Arthritis Society Canada menciona que es importante descansar las articulaciones cuando se presenta un brote de dolor articular o cuando las articulaciones están hinchadas y calientes.

Si tienes dudas sobre qué hacer para mantener bajo control esta enfermedad, es recomendable consultar a varios especialistas, incluyendo un fisioterapeuta. La fisioterapia no solo puede proporcionar alivio, sino que puede capacitar a las personas para saber cómo moverse de manera segura y evitar movimientos que causen dolor.

Si te interesa aplicar algunas terapias de movimiento, te recomendamos leer nuestro artículo sobre los beneficios del Tai Chi. 
 

Alimentación y hábitos para una mejor salud articular

Los hábitos alimenticios son fundamentales para tener una mejor salud articular, ya que no solo ayudan a tener un cuerpo más sano, sino que permiten controlar el peso corporal. Hay que tener presente que el sobrepeso es un factor de riesgo para la artrosis, y que también puede aumentar la velocidad con la que avanza la enfermedad.

Aunque no hay estudios concluyentes que señalen si lo que comemos afecta o no la artrosis, los especialistas resaltan la importancia de consumir alimentos que fortalezcan los músculos y las articulaciones, y que favorezcan la regeneración articular.

El artículo de Arthritis Society Canada que citamos antes, explica que para proteger las articulaciones se debe comer bien, y recomienda:

• Limitar la ingesta de grasas saturadas y trans, y elegir fuentes de grasas saludables como el aceite de oliva, el salmón, la trucha y el arenque. Estos alimentos han demostrado ser esenciales en los planes de alimentación antiinflamatoria.
• Reducir la ingesta de azúcar: los alimentos con gran contenido de azúcar aportan calorías vacías, sin ningún valor nutricional, y están asociados a factores de riesgo de la artrosis como la obesidad.
• Comer más verduras y frutas: estos son los mejores alimentos antiinflamatorios que puede consumir alguien, debido a su gran contenido de antioxidantes. Una dieta rica en este tipo de alimentos puede ser de mucha ayuda en la prevención y el control de la artrosis.

Si bien cambiar los hábitos alimenticios de un momento a otro puede parecer algo complicado, la verdad es que basta con hacer pequeños cambios. Tener una buena alimentación, además, beneficia al organismo de manera general y puede ayudar a las personas a tener una mayor calidad de vida. 

Tratamientos disponibles para la artrosis

La artrosis no se cura ni se puede revertir, pero hay diferentes opciones de tratamiento para controlar la enfermedad y sus síntomas. El artículo de Mayo Clinic que citamos antes menciona algunas de estas alternativas, destacando el uso de medicamentos antiinflamatorios no esteroides, con los que se puede aliviar el dolor.

La lista de medicamentos para esta enfermedad incluye el paracetamol, el ibuprofeno y el naproxeno sódico, que son de venta libre. En algunos casos, es posible que se requiera de una receta médica, ya que hay algunos medicamentos que pueden tener efectos secundarios como daño hepático y renal si no se utilizan de la manera adecuada.

De igual manera, hay que mencionar los beneficios de la fisioterapia, la terapia ocupacional y la estimulación nerviosa eléctrica transcutánea, entre otras terapias alternativas más. Solo en los casos más graves se recomiendan procedimientos quirúrgicos como las inyecciones de cortisona, la realimentación de huesos o el reemplazo articular.  

Si quieres saber más sobre terapias y ejercicios que te pueden ayudar a controlar los síntomas de la artrosis, te recomendamos leer nuestro artículo sobre los beneficios de la natación.

Consejos para el cuidado diario de las articulaciones

Para finalizar, vale la pena mencionar algunos cuidados cotidianos que se pueden adoptar para proteger las articulaciones. Estamos hablando de estrategias simples, pero efectivas, como el consumo de suplementos vitamínicos, la práctica de ejercicios de bajo impacto, y el uso de dispositivos de asistencia como bastones o andadores.  

También hay herramientas de sujeción y agarre que pueden servir para recoger objetos y evitar agacharse.

Dependiendo de las recomendaciones de un fisioterapeuta, se pueden aplicar algunos masajes para aliviar la rigidez de las articulaciones, reducir el dolor y mejorar la calidad del sueño.

Para cerrar y complementar la información que te brindamos, te recomendamos leer nuestro artículo sobre los beneficios de hacer pesas.