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Fiebre en niños y bebés

Un niño tiene fiebre con más de 38 grados de temperatura corporal

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Por lo general, la temperatura corporal de un niño se encuentra entre 36.5°C y 37.5°C. La fiebre en niños es una temperatura corporal por encima de este rango.

Acerca de la fiebre en niños

La fiebre es una temperatura corporal elevada, sin embargo, no una enfermedad en sí misma, si no un síntoma; por lo general, es provocada por una infección bacteriana o viral. Se considera parte de la respuesta natural del cuerpo ante una agresión, generalmente de tipo infeccioso, sin embargo, otros procesos inflamatorios o del sistema hematológico también podrían originarla.

Las fiebres son comunes en niños pequeños. Tanto si se presenta fiebre en niños como fiebre en bebés, por lo general son provocadas por infecciones virales y desaparecen sin tratamiento. Sin embargo, en ocasiones, la fiebre en niños puede ser señal de una infección más grave, producida por bacterias que requieren un tratamiento específico e intensivo. 

Síntomas de la fiebre en niños

Temperatura corporal

Es importante entender a partir de cuánto es fiebre en niños. Si tu hijo tiene fiebre, su temperatura corporal será superior a 38°C. Se considera fiebre a una temperatura rectal de 38°C o más, o superior a 37.5°C en la axila. Igualmente se considera fiebre en un bebé cuando se eleva la temperatura por encima de esos mismos parámetros.

Otros signos para saber si un niño tiene fiebre sin termómetro es que se sienten calientes al tacto y pueden tener las mejillas más rosadas. Para confirmarlo, utiliza siempre un termómetro y mide su temperatura corporal teniendo en cuenta qué se considera fiebre.

Otros síntomas de la fiebre en niños

Además de tener temperatura alta, también es posible que tu hijo:

  • se sienta cansado
  • luzca pálido
  • tenga poco apetito
  • se muestre irritable
  • tenga dolor de cabeza u otros dolores y molestias
  • no se sienta bien, en general
     

Convulsiones febriles

En algunas ocasiones la fiebre en niños puede suponer un aumento repentino de la temperatura corporal provocando ataques espasmódicos que se denominan convulsiones febriles. Durante una convulsión febril, el cuerpo de tu hijo (parcial o totalmente) podría agitarse o contraerse, y los ojos pudieran ponérsele en blanco.

Aunque las convulsiones febriles pueden ser atemorizantes, no suelen durar más de seis minutos. Inmediatamente después de la convulsión, tu hijo pudiera parecer desorientado, pero podrá recuperarse por completo.

¿Cuándo llamar al médico por fiebre en niños?

En ocasiones, la fiebre en niños puede ser señal de una infección grave. Comunícate con tu médico de cabecera de inmediato, o dirígete al hospital si tu hijo:

  • tiene una somnolencia rara o te resulta difícil despertarlo
  • tiene la piel azulosa o moteada
  • tiene las manos y los pies fríos
  • tiene un llanto agudo más débil que lo normal, o no deja de llorar
  • tiene dificultad para respirar o lo hace muy rápidamente
  • tiene el cuello rígido
  • está vomitando
  • desarrolla una erupción cutánea que no desaparece cuando se presiona
  • tiene un ataque espasmódico

También debes comunicarte con el médico de cabecera si tu hijo tiene una fiebre que dura más de cinco días.

Procura siempre asesoramiento médico si tu hijo desarrolla una fiebre inmediatamente después de una operación, o poco después de haber viajado al exterior.

Causas de la fiebre en niños

La mayoría de las fiebres son provocadas por infecciones virales comunes que desaparecen solas, tales como el resfriado común. A veces, las causas de la fiebre en niños puede ser algo más grave, por ejemplo, una infección del oído, la vejiga o los riñones. En raras ocasiones, la fiebre pudiera ser señal de una enfermedad grave, tal como meningitis o septicemia.

En ocasiones, se puede presentar fiebre en niños o fiebre en bebés de 1 año como síntoma de una afección específica, y no como resultado de una infección. Por ejemplo, es posible que ciertos trastornos sanguíneos y autoinmunes ocasionen fiebre. En tales casos, la fiebre en el niño dura más que aquella asociada con una infección.

Cuánto tiempo puede durar la fiebre en un niño dependerá de qué causa la fiebre, si se trata de una infección vírica o bacteriana, por lo que no hay un tiempo estimado. Por un virus puede la fiebre puede durar entre 2 o 3 días, pero puede variar dependiendo del virus y se puede alargar más incluso.

Con frecuencia, la fiebre en niños puede ser también un efecto secundario de algunas vacunas infantiles.

¿Cómo saber si un niño tiene fiebre?

Puedes tomarle la temperatura a tu hijo en la boca o en la axila con un termómetro digital, de vidrio o de oído. Los termómetros de mercurio ya no se recomiendan. Esto se debe a que el termómetro podría romperse, y el mercurio, que es una sustancia tóxica, penetrar en el cuerpo de tu hijo.

Tal vez te resulte más fácil tomar la temperatura en la axila, ya que a tu hijo pudiera serle difícil mantener el termómetro en la boca. Sin embargo, ten en cuenta que estas mediciones son menos precisas, debido a que la axila está ligeramente más fría. Para tomarle la temperatura a tu hijo de esta manera, colócale el termómetro debajo de la axila, directamente contra la piel, y sostén su brazo con delicadeza contra el pecho.  

Para tomarle la temperatura en la boca, colócale el termómetro debajo de la lengua por dos o tres minutos.

Si tu hijo tiene una temperatura que supera los 38°C, el niño tiene fiebre. Si te preocupa, comunícate con el médico de cabecera. Este te preguntará cuáles son los síntomas de tu hijo, y pudiera decirte si el niño necesita ser examinado. De ser así, el médico de cabecera le tomará la temperatura a tu hijo, además de medirle el ritmo cardíaco y la respiración. También pudiera hacerte preguntas sobre la historia clínica de tu hijo. Podría resultarte útil llevar un registro de la temperatura y otros síntomas de tu hijo, para que puedas brindar le información clara al médico de cabecera.

En muchas ocasiones la causa de la fiebre en niños puede ser evidente, por lo que quizás no sea necesario realizarle otras pruebas. Sin embargo, si la fiebre en el niño persiste más de unos días y la causa no está clara, el médico de cabecera podría también tomarle una muestra de sangre y/o de orina. Si al médico de cabecera le preocupan los síntomas de tu hijo, podría remitir al niño a un pediatra (especialista en salud infantil) y, en muy raros casos, solicitar asistencia médica de emergencia.

Tratamiento de la fiebre en niños

En la mayoría de los casos, la fiebre de tu hijo se deberá a una infección viral y mejorará por sí sola, pero es recomendable saber cómo bajar la fiebre en casa si no presenta otros síntomas de gravedad. Toma la temperatura a tu hijo con frecuencia. 

¿Qué hacer y cómo bajar la fiebre en niños?

Muchos padres y personas que cuidan niños pasan mucho tiempo tratando de quitar la fiebre al niño o buscan cómo bajar la fiebre en el niño rápidamente. Sin embargo, la fiebre en niños es parte de la respuesta natural del cuerpo a la infección, y a menudo puede dejarse que siga su curso, siempre y cuando su hijo beba suficiente agua y se encuentre bien, en general. Si tu hijo tiene dificultades para beber, tratar de reducirle la temperatura pudiera ser de ayuda. Esto es importante para evitar que tu hijo se deshidrate, lo que pudiera provocarle problemas más graves. A modo de guía, la orina de tu hijo debe tener un color amarillo pálido; si es más oscura, deberá beber más líquidos.

La fiebre en niños es parte de la respuesta natural del cuerpo a la infección, y a menudo puede dejarse que siga su curso, siempre y cuando tu hijo beba suficiente agua y se encuentre bien, en general

No lleves a tu hijo a la escuela o a la guardería mientras este tenga fiebre.

Medicamentos para bajar la fiebre en niños

Puedes probar con medicamentos antitérmicos para reducir la temperatura de tu hijo, si este se siente muy mal. Los dos medicamentos más utilizados son el paracetamol o el ibuprofeno. No hay uno mejor que otro para bajar la fiebre, ambos medicamentos pueden ser igualmente buenos para bajar la fiebre en niños.

No le des estos medicamentos para reducir la temperatura si se siente bien en general, ni para prevenir una convulsión febril. Es importante que consultes con un médico para asesorarte sobre cómo puedes quitar la fiebre antes de administrar un medicamento para la fiebre en niños y bebés menores de 1 año.  No le des a tu hijo paracetamol e ibuprofeno juntos. No obstante, si el primer medicamento no ayuda, puedes probar con el otro más tarde.

Existen numerosos medicamentos que son adecuados para la fiebre en niños, y que pueden comprarse sin receta en la farmacia. Lee siempre el prospecto de información al paciente que viene con el medicamento de tu hijo, y si tienes preguntas, consulta al farmacéutico.

Si lo que causa el fiebre de tu hijo es una infección bacteriana, el médico de cabecera puede recetarle antibióticos. Evita la aspirina para tratar la fiebre en niños.

Preguntas y respuestas

Si tu hijo está deshidratado, pudiera tener la boca seca, la piel pálida y moteada, los ojos hundidos y no tener lágrimas cuando llora. También notarás una disminución de la cantidad y frecuencia de la micción y oscurecimiento de la orina.

Explicación

La persona se deshidrata cuando no tiene suficiente agua en el cuerpo. Esto puede suceder si tu hijo tiene fiebre; por eso es importante que verifiques que no muestre señales de deshidratación.

Las señales de deshidratación son: boca seca, piel pálida y moteada, ojos hundidos, ausencia de lágrimas, manos y pies fríos, así como patrones irregulares de respiración. Es posible que adviertas que tu hijo produce menos orina que la habitual (moja menos pañales). Un bebé podría, además, tener la fontanela hundida (la zona blanda en la parte superior de la cabeza; puedes palparla suavemente con la punta de los dedos).

Si tu hijo tiene fiebre, anímalo a beber líquidos regularmente. Si estás amamantando, está bien ofrecerle leche materna.

Comunícate con el médico de cabecera si piensas que tu hijo muestra signos de deshidratación.

Sí, a veces, las vacunas pueden ocasionar fiebre en niños y ataques espasmódicos asociados (convulsiones febriles), pero las probabilidades de que esto suceda son muy pocas.

Explicación

La fiebre en niños es un posible efecto secundario de algunas vacunas infantiles. Por ejemplo, la vacuna contra sarampión, paperas y rubéola (MMR, por sus siglas en inglés) puede provocar fiebre en los niños. En raros casos, tu hijo pudiera desarrollar fiebre una semana después de haber recibido la vacuna MMR, y esta podría durar algunos días. Por lo general, podrás cuidar de tu hijo en la casa, pero comunícate con el médico de cabecera si te preocupan sus síntomas.

En casos aún más contados, la vacuna MMR pudiera provocarle una convulsión febril a tu hijo, también aproximadamente una semana después de haberse vacunado. Si tu hijo tiene una convulsión después de haberse vacunado, comunícate con el médico de cabecera de inmediato.

Es importante recordar que el riesgo de que tu hijo tenga una convulsión febril después de haber recibido la vacuna MMR es normalmente menor que las probabilidades de que la tenga si adquiere sarampión. Las investigaciones han demostrado que no se producen efectos a largo plazo en aquellos niños que han tenido convulsiones febriles.

En algunos niños, un aumento repentino de la temperatura corporal pudiera provocarles ataques espasmódicos que se denominan convulsiones febriles. Durante una convulsión febril, el cuerpo de tu hijo (parcial o totalmente) podría agitarse y contraerse, y los ojos pudieran ponérsele en blanco.

Explicación

En algunos niños, un aumento repentino de la temperatura corporal pudiera provocarles ataques espasmódicos que se denominan convulsiones febriles. Durante una convulsión febril, el cuerpo de tu hijo (parcial o totalmente) podría agitarse y contraerse, y los ojos pudieran ponérsele en blanco.

Aunque las convulsiones febriles raramente duran más de unos minutos, pueden ser muy atemorizantes.

Si tu hijo tiene una convulsión febril, trata de mantener la calma. No lo inmovilices, pero trata de resguardarlo lo más posible; preferentemente, colócalo en una superficie blanda. Si puedes, afloja la ropa de tu hijo, y trata de quitarle cualquier cosa que tenga en la boca, por ejemplo, comida o un chupete, ya que podría asfixiarse. Para evitar una broncoaspiracion, trata de mantenerle la cabeza virada hacia un lado.

Inmediatamente después de la convulsión, tu hijo pudiera parecer desorientado, pero podrá recuperarse por completo. Aunque las convulsiones febriles no suelen ocasionar problemas permanentes, es importante vigilar de cerca a tu hijo tanto durante la convulsión como después de la misma, especialmente si es la primera vez que la ha tenido.

Si la convulsión de tu hijo dura más de cinco minutos, llévalo al departamento de accidentes y emergencias más cercano. Si la convulsión cesa en menos de cinco minutos, comunícate con el médico de cabecera para pedirle asesoramiento. También es buena idea comunicarse con el médico de cabecera si es la primera vez que tu hijo ha tenido una convulsión.

Más información

Meningitis Research Foundation
0808 800 3344
www.meningitis.org

Fuentes

  • Caring for children with fever. Royal College of Nursing. www.rcn.org.uk
  • Feverish illness in children. Assessment and initial management in children younger than 5 years. National Institute for Health and Clinical Excellence (NICE). www.nice.org.uk
  • When the child has a fever. Drug Ther Bull; 46:17–21. doi:10.1136/dtb.2008.03.0005
  • Febrile seizure. Clinical Knowledge Summaries. 
  • Fever. Merck Manuals Online Medical Library. www.merckmanuals.com
  • Defences against infection. Merck Manuals Online Medical Library. www.merckmanuals.com
  • Joint Formulary Committee. British National Formulary. 60th ed. London: British Medical Association and Royal Pharmaceutical Society of Great Britain
  •  Febrile seizures factsheet. National Institute of Neurological Disorders and Stroke. www.ninds.nih.gov

Publicado por el equipo de información sobre la salud de Bupa, abril de 2020.