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El tabaco engorda más de lo que crees: claves para entender su impacto en tu cuerpo

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hombre con sobrepeso fumando

Tiempo de lectura: 9 minutos

Fumar no solo daña los pulmones ni se limita a generar adicción, también afecta profundamente el metabolismo, la distribución de la grasa corporal y, en muchos casos, puede contribuir al aumento de peso. Healthline habla sobre esto y explica que el consumo de tabaco puede contribuir al aumento de la grasa abdominal en las personas y poner en riesgo su salud.

Este tema es especialmente relevante porque muchas personas continúan fumando bajo la creencia errónea de que les ayuda a controlar su peso, sin conocer los verdaderos efectos que el tabaco tiene en su cuerpo.

En este artículo explicamos de qué manera la nicotina afecta el metabolismo, cuál es la relación entre el tabaco y la grasa abdominal, y cuáles son los riesgos de salud a los que se exponen las personas que mantienen el hábito de fumar. 

¿Es cierto que el tabaco engorda al dejarlo?

Una de las preocupaciones más comunes entre quienes fuman y consideran dejarlo es la posibilidad de subir de peso. Pero, ¿qué tan cierto es que al dejar de fumar se sube de peso?

Better Health señala que las personas pueden engordar después de dejar el tabaco, aunque la cantidad de peso que se sube es moderada. De forma general, se dice que las personas pueden aumentar entre 4 y 5 kilogramos de peso corporal cuando dejan de fumar, aunque en el largo plazo, su peso es similar al de quienes nunca han fumado.

Además, para que este aumento de peso represente un problema de salud y se iguale el riesgo de enfermedad cardíaca que supone fumar, se debería subir al menos 40 kg por encima del peso recomendado. Es decir, este leve exceso de peso implica menos problemas que los que implica el consumo de tabaco.

Las causas por las que se produce este aumento en el peso corporal están bien documentadas, e incluyen un metabolismo más lento y el aumento del hambre, que se consideran un efecto directo de la abstinencia de la nicotina.

Pero fumar también afecta la distribución de la grasa corporal, especialmente en las mujeres, quienes acumulan más grasa alrededor de la cintura que quienes no fuman. En un estudio titulado Estimating causality between smoking and abdominal obesity by Mendelian randomization que seguir fumando también contribuye al aumento de peso.

Para controlar el peso después de dejar el tabaco y prevenir enfermedades cardiosaludables, es importante alimentarse bien y hacer suficiente ejercicio. En un artículo en el que hablamos de las dietas cardiosaludables señalamos cómo es posible lograrlo. 

¿Cómo afecta la nicotina al metabolismo?

Los efectos de la nicotina son muy variados, y tienen un profundo impacto negativo en la salud de las personas.

Según la Organización Mundial de la Salud, el tabaco está relacionado a enfermedades cardiovasculares y respiratorias, y más de 20 subtipos de cáncer. Además, cada año mueren más de 8 millones de personas a consecuencia de sus efectos.

Pero la nicotina también afecta de manera negativa el metabolismo corporal, y tal como mencionamos antes, puede hacer que las personas bajen o aumenten de peso.

Estos son algunos datos que se deben tomar en cuenta:

  • La nicotina aumenta la cantidad de calorías que utiliza el cuerpo en estado de reposo, entre un 10 y un 15 %.
  • Esta sustancia también reduce el apetito, lo que afecta la ingesta calórica.
  • Puede producir acumulación de grasa en la cintura, las caderas y el torso.

Cuando se deja de fumar, el metabolismo se ralentiza, se reduce el gasto energético, aumenta el hambre y se consumen más alimentos debido a la ansiedad que produce la abstención. Estas son algunas de las razones por las que se produce el aumento de peso en quienes dejan de fumar. 

Mujer con sobrepeso fumando

Lo que ocurre en el cuerpo al dejar de fumar

Cuando se deja de fumar se producen un gran número de cambios en el cuerpo, algunos positivos y otros que pueden parecer un tanto desagradables. Sobre esto último, hay que resaltar que en las primeras 48 horas pueden aparecer los síntomas de la abstinencia, por lo que es posible experimentar ansiedad, irritabilidad, mareos, hambre y cansancio.

Asimismo, y aunque no sucede en todos los casos, las personas pueden subir de peso debido a que consumen más alimentos, y se producen cambios hormonales en el cuerpo.

En cuanto a los cambios positivos, hay que destacar que dejar este hábito ayuda a disminuir el ritmo cardíaco y estabiliza la presión arterial; libera la sangre de nicotina y reduce los niveles de monóxido de carbono; mejora el sentido del gusto y el olfato; mejora la capacidad pulmonar y reduce significativamente el riesgo de padecer enfermedades como las que hemos mencionado a lo largo del artículo.

Claro que para tener un buen estado de salud también es necesario desarrollar hábitos saludables y evitar otros factores de riesgo. 

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La relación entre el tabaco y la grasa abdominal

Un artículo titulado Consequences of smoking for body weight, body fat distribution, and insulin resistance explica que cada vez hay más evidencia de que existe una relación directa entre el consumo de tabaco y la acumulación de grasa visceral peligrosa, la resistencia a la insulina y un mayor riesgo de síndrome metabólico y diabetes tipo 2.

La grasa visceral es la que se acumula en la zona profunda del abdomen, rodeando órganos como el hígado, el páncreas y los intestinos, y fumar favorece su acumulación incluso en personas que tienen un índice de masa corporal normal.

Esto sucede porque la nicotina altera la forma en que el cuerpo almacena y distribuye la grasa. Debido a que causa resistencia a la insulina, dificulta que las células utilicen la glucosa de forma adecuada y lo que hace que el exceso de energía se almacene en forma de grasa.

Asimismo, la nicotina estimula la liberación de cortisol, lo que favorece el almacenamiento de grasa en la región abdominal. Para profundizar en el tema, recomendamos leer uno de nuestros artículos sobre las enfermedades que causa el tabaco

Médico explica efectos negativos de fumar

Riesgos para la salud asociados al tabaco y al aumento de peso

Tanto el consumo de tabaco como el aumento excesivo de peso tienen consecuencias negativas para la salud y el bienestar de las personas. Un artículo titulado Cigarette Smoking, Nicotine, and Body Weight resalta que tan solo en Estados Unidos, más de 400 mil personas mueren cada año de forma prematura a causa de cáncer y de enfermedades respiratorias y cardiovasculares causadas por el tabaco.

De igual manera, resalta que la segunda causa de morbilidad y muerte es el exceso de peso, que puede ser causa de una mala alimentación y de la falta de actividad física. La obesidad, por ejemplo, está asociada a un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, hipertensión, diabetes tipo 2, problemas respiratorios y ciertos tipos de cáncer.

A pesar de que las consecuencias del tabaco son muy bien conocidas, muchos consideran que fumar ayuda a controlar el peso corporal, y se valen de esa excusa para abandonar el hábito. Pero para la mayoría de los profesionales de la salud, la disminución de la morbilidad y la mortalidad asociada al tabaco supera ampliamente a los riesgos del aumento de peso que puede provocar el dejarlo.

Lo ideal, para poder disfrutar de los beneficios de dejar de fumar, es buscar ayuda profesional e implementar algunas estrategias para evitar que se presente cualquier tipo de problema vinculado al aumento de peso. 

Estrategias para dejar de fumar sin aumentar de peso

Dejar de fumar no necesariamente implica que las personas aumenten de peso, sobre todo si se adoptan las estrategias adecuadas. WebMD tiene un artículo en el que habla sobre esto, y recomienda:

  • Planificar la dieta con anticipación: hacer esto no solo permite que las personas tengan una alimentación equilibrada, sino que evita que se consuman productos pocos saludables de forma espontánea. Para evitar el aumento de peso se debe tener una dieta rica en frutas y vegetales, y se debe limitar la ingesta de azúcar, sodio y grasas saturadas.
  • Controlar las raciones de los alimentos: uno de los factores que más contribuye al aumento de peso en las personas que dejaron de fumar es el consumir alimentos por ansiedad y excederse en las porciones. En este sentido, lo que se recomienda es limitarse a una cantidad de alimentos y bebidas suficiente para mantenerse saludable.
  • Ejercitarse de forma regular: el ejercicio ayuda a acelerar el metabolismo, ayuda a quemar calorías y sirve para combatir el estrés. En este sentido, se recomienda hacer al menos 150 minutos de actividad física por semana, incluyendo ejercicios de bajo impacto como caminar, nadar o andar en bicicleta.
  • Buscar ayuda profesional: hacer terapia y obtener apoyo psicológico no solo puede ayudar a prevenir una recaída de tabaco, sino que permite lidiar mejor con los síntomas de la abstinencia. Además, el seguimiento médico puede ayudar a evitar desajustes metabólicos y evitar un aumento de peso indeseado.

En realidad no se trata de nada complicado, todas estas estrategias implican un esfuerzo por mantenerse saludable, pero no suponen una dificultad muy alta.

Con el tiempo el cuerpo se adapta a la ausencia de nicotina y los niveles de ansiedad disminuyen, lo que facilita mantener hábitos saludables sin caer en excesos. Lo más importante es tener paciencia, ser constante y recordar que cada paso cuenta en el camino hacia una vida libre de tabaco, con un peso equilibrado y con una mejor salud.