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Alimentación en la lactancia: consejos para asegurar el bienestar de la madre y su bebé

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Mamá amamantando a su hijo

Tiempo de lectura: 8 minutos

El tema de la alimentación en la lactancia puede parecer más complejo de lo que es, y en muchos casos genera confusiones. Las madres primerizas suelen preguntarse qué alimentos pueden comer durante la lactancia, qué alimentos deben evitar, y qué deben hacer para asegurarse de que su bebé se alimente de la manera adecuada. 

Los mitos y las creencias populares sobre la alimentación en la lactancia suelen confundir a las personas, y pueden resultar perjudiciales. En este sentido, es importante hablar de todo lo que tiene que ver con el periodo de lactancia, y sobre los alimentos que pueden servir para crear un menú para madres lactantes.

Cambios en la alimentación durante la lactancia

Durante la lactancia, los hábitos de alimentación de la madre deben cambiar y adaptarse a una dieta que contribuya a mantener su bienestar y el de su bebé. En este periodo, es necesario aumentar la ingesta calórica, consumir cierto tipo de alimentos, y evitar algunos productos, ya que pueden representar un riesgo para la salud. 

La verdad es que no se trata de cambios tan drásticos, sobre todo, si la persona tiene un estilo de vida saludable y se alimenta de forma equilibrada. Sin embargo, existe mucha desinformación al respecto, así que lo mejor es ver de forma detallada cuáles son los cambios de los que estamos hablando y cuáles son sus implicaciones. 

Aumento de las necesidades nutricionales

Una de las razones por las que es necesario prestarle atención a la alimentación en la lactancia, es porque las necesidades nutricionales de la mujer aumentan significativamente. 

Esta necesidad de consumir más alimentos se debe a que la madre tiene que mantener la producción de leche para amamantar a su bebé, y asegurar que su cuerpo obtenga todos los nutrientes que requiere para crecer de forma saludable. El Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos señala que las mujeres que están amamantando necesitan entre 450 y 500 calorías más por día, en comparación a la ingesta calórica durante el embarazo

Asimismo, es importante que la dieta se base en el consumo de alimentos que aporten los nutrientes que necesita el bebé para estar saludable. Es decir, no solo se le debe prestar atención a la cantidad de calorías que se consume por día, sino a la calidad de los alimentos que se consumen. 

Nutrientes fundamentales para la producción de leche materna

Cuidar la alimentación en la lactancia también puede ayudar a mejorar la producción de leche materna. Los alimentos ricos en proteínas, como las carnes magras, los huevos, la leche y las legumbres son especialmente útiles para la producción de leche materna, y los especialistas recomiendan su consumo. 

También es recomendable consumir alimentos ricos en grasas saludables, ya que con ellas se favorece la absorción de ciertas vitaminas, como las vitaminas A, D y E, que son fundamentales para el crecimiento del bebé. 

Además, tener una dieta equilibrada, y consumir diferentes tipos de alimentos, ayuda a variar el sabor de la leche materna, algo que puede ser muy útil cuando se empiecen a introducir alimentos sólidos en su dieta.

Mamá amamantando a su bebé cerca de ventana

Alimentos y sustancias que se deben evitar durante la lactancia

Este es un punto muy importante para la mayoría de las personas, ya que tener a la mano una lista de alimentos prohibidos en la lactancia sirve para evitar cualquier tipo de complicación, y asegurar el bienestar tanto de la madre como del bebé. Hay que tener presente que no todo lo que se consume se filtra en la producción de leche materna, y el consumo de ciertas sustancias puede generar efectos negativos. 

El alcohol y el tabaco son productos que se deben evitar por completo durante la lactancia, ya que sus componentes pueden pasar fácilmente a la leche materna, y afectar directamente al bebé. 

Asimismo, es recomendable evitar el consumo de productos o alimentos que contengan cafeína, cierto tipo de medicamentos, y algunos alimentos que son altamente alergénicos, como lo pueden ser los mariscos. v

Alimentos recomendados para una madre lactante

Para amamantar es importante consumir una dieta equilibrada y nutritiva, ya que así la madre puede mantener un buen estado de salud, y tener la energía que necesita para llevar a cabo sus actividades. 

El Servicio Nacional de Salud del Reino Unido recomienda tener una dieta en la que se incluyan al menos 5 porciones de frutas o vegetales por día, alimentos ricos en almidón, alimentos ricos en fibra para evitar problemas intestinales y estreñimiento, y proteínas, entre otros alimentos más. 

De igual manera, las personas que tienen una dieta vegetariana o vegana, tienen que ajustar su alimentación, y hacer algunos cambios que les permitan obtener todo lo que necesitan para mantener un buen estado de salud. Para aumentar el consumo de proteínas, por ejemplo, es importante consumir alimentos a base de soja, legumbres, semillas y cereales integrales. 

También se recomienda considerar el uso de algunos suplementos alimenticios, especialmente la vitamina B12, que se encuentra de forma exclusiva en los alimentos de origen animal. Un médico nutricionista puede evaluar cada caso de manera particular, y hacer las recomendaciones que considere pertinentes, así que es recomendable visitar uno para obtener más información.

Mamá amamantando a bebé grande

Importancia de la hidratación en la lactancia

Aunque estamos hablando de alimentación en la lactancia, es importante que también revisemos cuál es la importancia de la hidratación en la lactancia. Para empezar, tenemos que destacar que la producción de leche materna requiere de grandes cantidades de agua, y que la deshidratación puede afectar tanto la cantidad como la calidad de la leche que se produce. 

Asimismo, la madre requiere de suficiente agua para mantenerse hidratada y evitar problemas de fatiga, mareos y dolores de cabeza. Incluso si no se siente sed, es importante beber suficiente agua a lo largo del día. 

Según University Hospitals, aunque no hay una medida exacta de la cantidad de agua que se debe consumir al día, es recomendable beber al menos un vaso de agua o cualquier otro líquido cada vez que se amamanta.

Recomendaciones sobre lactancia materna

La mayoría de las organizaciones de salud recomiendan la lactancia materna, porque es la mejor forma de asegurar el crecimiento y el bienestar físico y emocional de un bebé. Sin embargo, la lactancia materna puede representar un reto para las madres primerizas, y es importante conocer de qué manera se puede llevar a cabo sin que se presenten inconvenientes. 

Algunas de las recomendaciones más importantes son amamantar al bebé durante la primera hora después de su nacimiento, y mantener el contacto piel a piel entre el bebé y su madre. Pero además de esto, hay que tener en cuenta las técnicas que se utilizan para amamantar, los cambios que se van presentando en la lactancia a medida que crece el bebé, y la importancia de establecer rutinas. 

Tener una rutina de alimentación

Según KidsHealth, durante las primeras semanas del bebé, la lactancia materna debe ser a demanda. Es decir, la madre debe ofrecer el pecho cada vez que el bebé lo pida, que es aproximadamente cada 2 o 3 horas. 

Sin embargo, a medida que va creciendo, es importante crear una rutina de alimentación, ya que de esta manera todo puede resultar mucho más cómodo. Para las madres, esto puede generar muchos beneficios, ya que les ayuda a tener una mayor estructura a lo largo del día, les sirve para organizar todas sus tareas, y les permite tener periodos de descanso con cierta regularidad.

Acercamiento de bebé siendo amamantado

Mejorar el agarre y las posturas para amamantar 

Para que la lactancia materna se convierta en una tarea agradable para la madre, y que el bebé se pueda alimentar sin ningún tipo de problema, es importante trabajar sobre las técnicas de agarre y las posturas para amamantar. 

Un buen agarre facilita la succión, y evita que las mujeres experimenten dolor por tener los pezones agrietados. Es importante asegurarse de que el bebé abra bien la boca, y que introduzca correctamente una gran parte de la areola. 

En cuanto a las posiciones, lo ideal es escoger la que resulte más cómoda. Es posible amamantar tanto en posición sentada como acostada, y las madres pueden experimentar con ellas hasta encontrar la correcta. 

Alimentación complementaria 

La Asociación Española de Pediatría señala que a partir de los 6 meses los bebés necesitan otros nutrientes, además de los de la leche materna, y la mayoría de ellos están preparados para empezar a consumir pequeñas porciones de nuevos alimentos. 

Hay que tener presente que la Organización Mundial de la Salud y la Asociación Americana de Pediatría recomiendan que antes de los 6 meses se lleve a cabo un plan de alimentación por lactancia materna exclusiva. Es decir, durante el primer periodo de lactancia se deben evitar alimentos o líquidos diferentes a la leche materna, ya que ella contiene todos los nutrientes que un bebé necesita para crecer y desarrollarse de forma saludable. 

Una vez que termine este periodo, se pueden empezar a introducir algunos alimentos, principalmente frutas y algunos vegetales en forma de papilla. En todo caso, lo mejor es consultar a un especialista para evaluar si el bebé tiene algún tipo de alergia o intolerancia a cierto tipo de alimentos.