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Anemia

Diagrama de la sangre transportando oxígeno al cuerpo

Tiempo de lectura: 11 minutos

Anemia ferropénica es un tipo de anemia causada por no tener suficiente hierro en su cuerpo. La anemia es una enfermedad en que la sangre no puede transportar la suficiente cantidad de oxígeno para satisfacer las necesidades del organismo.

Acerca de la anemia ferropénica

Usted necesita hierro para muchos procesos importantes dentro de su cuerpo. Esto es especialmente importante para fabricar hemoglobina, que es la proteína que lleva el oxígeno en la sangre.

El intestino absorbe el hierro de los alimentos y bebidas. La sangre lo transporta hasta la médula ósea, donde se producen las células de la sangre. Aquí, el hierro se combina con las proteínas para fabricar la hemoglobina. El hierro que no se utiliza se almacena en la médula ósea y en otros órganos, como el hígado.

Si usted no tiene suficiente hierro, su organismo no puede producir suficiente hemoglobina para satisfacer sus necesidades. Entonces, los glóbulos rojos se tornan excesivamente pequeños y no pueden llevar oxígeno suficiente a los órganos y tejidos. Esto provoca los síntomas de la anemia.

Los bebés, los adolescentes y las mujeres con períodos menstruales abundantes son más propensos a sufrir de anemia ferropénica.

Síntomas de la anemia ferropénica

Los síntomas comunes a todos los tipos de anemia incluyen:

  • cansancio
  • palidez
  • dificultad para respirar
  • su corazón se acelera o late fuertemente (conocido como palpitaciones)

 
Si padece de anemia ferropénica, también podría desarrollar otros problemas, como:

  • uñas quebradizas
  • llagas en la boca o úlceras
  • dificultad para tragar

 
Estos síntomas pueden ser causados por problemas ajenos a la anemia ferropénica. Si usted tiene alguno de estos síntomas, consulte a un médico.

Complicaciones de la anemia ferropénica

Si tiene anemia, su corazón tiene que trabajar más intensamente para que el oxígeno llegue a sus órganos vitales. Si no se atiende, puede conducir a problemas del corazón y los pulmones. A corto plazo, la deficiencia de hierro puede afectar su capacidad de trabajar y ejercitarse.

Causas de la anemia ferropénica

Son numerosas las causas de la anemia ferropénica. Algunas de las más comunes son:

Pérdida de sangre

Esta es la causa más común de la anemia ferropénica, e incluye:

  • abundante ciclo menstrual
  • sangrado en el estómago o en los intestinos debido a una úlcera o un crecimiento canceroso
  • sangrado causado por medicamentos, como la aspirina u otros antiinflamatorios no esteroideos (NSAID)
  • una lesión u operación quirúrgica asociada con una gran pérdida de sangre
  • sangrando de una infección por anquilostomas, pero esto por lo general sólo afecta a las personas en los países tropicales

 

Mala alimentación o digestión

 

Si usted no recibe suficiente hierro en su dieta, o si no se absorbe correctamente, puede desarrollar anemia ferropénica. Por ejemplo, esto puede ocurrir si usted:

  • no consume alimentos ricos en hierro, como la carne
  • tiene un trastorno intestinal, tal como enfermedad celíaca o enfermedad de Crohn
  • se ha sometido a cirugía del estómago (especialmente si se le ha eliminado una parte del mismo)

 

Otras causas

 

Si su organismo tiene una demanda repentina de hierro adicional, puede desarrollar anemia ferropénica. Por ejemplo, esto puede ocurrir tiene un crecimiento acelerado (más común durante la adolescencia) y su cuerpo produce más glóbulos rojos para apoyar sus huesos, músculos y tejidos en desarrollo. También puede ocurrir si usted es mujer y queda embarazada, porque su cuerpo necesita más hierro para satisfacer las necesidades de su bebé en desarrollo.

Diagnóstico de la anemia ferropénica

Su médico le hará preguntas sobre sus síntomas y le examinará. También le hará preguntas sobre su historia clínica. Si su médico sospecha que usted tiene anemia, le indicará un análisis de sangre. Esta se enviará a un laboratorio para analizarla en busca de lo siguiente.

  • Un conteo sanguíneo completo. Esto sirve para comprobar el nivel de hemoglobina en la sangre, ¿cuántos de cada uno de los diferentes tipos de células de la sangre tiene, el tamaño de los glóbulos rojos, y la cantidad de hemoglobina en cada glóbulo rojo.
  • Un frotis de sangre. Esto implica examinar su sangre en el microscopio para verificar el tamaño y la forma de los glóbulos rojos y evaluar las diferentes células blancas que están presentes.
  • Hierro sérico, capacidad de fijación de hierro y ferritina. Se medirá el nivel de cada uno de ellos.

 
Si las pruebas de sangre muestran que usted tiene niveles bajos de hemoglobina, con pequeñas glóbulos rojos pálidos, puede tener anemia ferropénica. Esto se puede confirmar si también tienen niveles bajos de ferritina en la sangre.

Es posible que deba someterse a exámenes adicionales para identificar la causa de su deficiencia de hierro. Su médico puede referirlo a un hematólogo (un médico que se especializa en la identificación y tratamiento de enfermedades de la sangre) o un gastroenterólogo (médico que se especializa en la identificación y el tratamiento de enfermedades que afectan el sistema digestivo). Si usted es mujer, su médico puede referirla a un ginecólogo (un médico que se especializa en la salud reproductiva de la mujer).

Tenga presente que la disponibilidad y el uso de estas pruebas específicas pueden variar de un país a otro.

Tratamiento de la anemia ferropénica

El tratamiento implica la sustitución del hierro en su organismo. Si un padecimiento específico está causando la deficiencia de hierro, también podría tener que someterse a otros tratamiento.
 

Autoayuda

Si usted no ingiere suficiente hierro, su médico le dará consejos sobre cómo cambiar su dieta, o remitirlo a un dietista.

Medicamentos

Tomar tabletas de hierro es la mejor manera de compensar la escasez de hierro en su cuerpo. Su médico puede recomendarle que tome pastillas de hierro dos o tres veces al día durante un máximo de seis meses.

Las tabletas de hierro pueden causar efectos secundarios, tales como náuseas, acidez estomacal, estreñimiento y diarrea. Usted puede reducir el riesgo de sufrir estos efectos secundario si toma las tabletas después de las comidas y bebe una suficiente cantidad de líquidos. Lea siempre el prospecto que acompaña a las tabletas y, si tiene dudas, consulte a su doctor o farmacéutico.

Si no puede tomar tabletas de hierro, o si no funcionan, su médico puede sugerirle que reciba un suero de hierro a través de un goteo en vena. Los sueros de de hierro pueden causar efectos secundarios, como dolor de cabeza o dolores en las articulaciones y, en ocasiones, reacciones alérgicas. Alternativamente, podría recibir inyecciones de hierro. Sin embargo, estas no se utilizan muy a menudo, ya que pueden ser dolorosas y pueden mancharle la piel.

Tratamiento en el hospital

Si tiene anemia severa, puede necesitar una transfusión de sangre. Esto es cuando los glóbulos rojos se administran directamente en el torrente sanguíneo a través de un pequeño tubo (cánula) en una vena, generalmente en el brazo.
La disponibilidad y el uso de los distintos tratamientos pueden variar de un país a otro. Consulte a su médico acerca de sus opciones de tratamiento.

Prevención de la anemia ferropénica

Puede reducir el riesgo de desarrollar anemia ferropénica si lleva una dieta saludable y equilibrada que contenga mucho hierro. En la mayoría de los casos, esto suministrará suficiente hierro sin la necesidad de tomar suplementos.

Una dieta saludable que incluya carne roja, vegetales verdes, frutas secas, garbanzos, lentejas y alimentos fortificados (los que tienen determinados nutrientes añadidos durante la fabricación), tales como cereales para el desayuno y el pan, debe contener todo el hierro que necesita.

Preguntas y respuestas

Una vez que le han diagnosticado anemia ferropénica y comenzó el tratamiento, deberá volver al médico de cabecera para realizarse más análisis de sangre para asegurarse de que el recuento de glóbulos y los niveles de hierro hayan vuelto a los valores normales.
 

Explicación

El tratamiento más común para la anemia ferropénica es con comprimidos de hierro, como comprimidos de sulfato ferroso. Debe tomar los comprimidos como se lo indique su médico de cabecera, generalmente, deberá tomarlos entre dos y tres veces al día. Lea siempre el prospecto que viene con el medicamento y si tiene alguna duda, consulte a su médico de cabecera.
 
Deberá ver a su médico de cabecera entre dos y cuatro semanas después de comenzar a tomar los comprimidos de hierro para realizarse un análisis de sangre y comprobar que están teniendo efecto. Luego, deberá volver entre dos a cuatro meses más tarde para asegurarse de que el nivel de hemoglobina haya vuelto al valor normal.
 
Una vez que el médico de cabecera esté conforme porque el conteo de sangre es normal, por lo general, deberá continuar tomando los comprimidos tres meses más. Esto es para asegurarse de que las reservas de hierro del cuerpo estén completamente llenas. Una vez que deje de tomar los comprimidos, deberá volver a su médico de cabecera para realizarse otro análisis de sangre después de algunos meses. Si el conteo de glóbulos y el nivel de hierro han caído nuevamente, tomará otro tratamiento de comprimidos de hierro.
 
Si los comprimidos de hierro que le recetó su médico de cabecera no funcionan, es posible que le remita a un hematólogo para que investigue más. Un hematólogo es un médico que se especializa en tratar las enfermedades de la sangre. Es muy importante que entienda por qué tiene anemia ferropénica porque generalmente la causa es la pérdida de sangre. En las mujeres, es muy común cuando tienen períodos menstruales abundantes, pero en los hombres y mujeres mayores es posible que haya una hemorragia en el estómago o el intestino, por eso se debe investigar.
 
Si usted tiene alguna pregunta o inquietud acerca de los comprimidos de hierro o de la anemia ferropénica, consulte con su médico de cabecera.

Fuentes

  • Anaemia - iron deficiency. Clinical Knowledge Summaries. www.cks.nhs.uk, consultado el 22 de septiembre de 2009
  • Ferrous sulphate. British National Formulary. www.bnf.org, consultado el 23 de septiembre de 2009

Algunas personas sienten dolor de estómago cuando toman comprimidos de hierro, pero es importante continuar tomándolos como se lo indique el médico, si es posible. Si es necesario, puede tomar medicamentos de venta libre para aliviar los síntomas estomacales hasta que el cuerpo se acostumbre.

 
Explicación

Al tomar suplementos de hierro, algunas personas sienten malestar en su aparato digestivo. Esto puede provocarle:
 

  • dolor de estómago
  • estreñimiento o diarrea, a menudo con heces negras
  • acidez
  • náuseas

 
Generalmente, estos síntomas pasan rápido, por lo que no es necesario que deje de tomar los comprimidos. Mientras tanto, puede comprar medicamentos en la farmacia para aliviar los síntomas, por ejemplo, antiácidos para la acidez o medicamentos para el estreñimiento.
 
También puede tomar sus comprimidos con o después de las comidas en lugar de hacerlo con el estómago vacío, y en una dosis diaria en lugar de varias dosis al día.
 
Es importante que siga el consejo del médico de cabecera y que siga tomando los comprimidos de hierro como le indicó. Si le causan mucho malestar y los síntomas no cesan, vuelva a ver a su médico de cabecera antes de dejar de tomarlos. Su médico podrá recomendarle una marca o fórmulas alternativas para que pruebe.
 

 
Fuentes

  • Anaemia - iron deficiency. Clinical Knowledge Summaries. www.cks.nhs.uk, consultado el 22 de septiembre de 2009
  • Gaviscon. British National Formulary. www.bnf.org, consultado el 23 de septiembre de 2009
  • Ispaghula husk. British National Formulary. www.bnf.org, consultado el 23 de septiembre de 2009

Tomar muchos comprimidos de hierro de una sola vez es muy peligroso y puede ser mortal. Puede dañar el intestino y el hígado, y causar insuficiencia cardíaca. Tomar comprimidos de hierro durante mucho tiempo cuando no lo necesita también puede ser nocivo.
 

Explicación

Tomar muchos comprimidos de hierro es nocivo para su cuerpo por dos razones. En primer lugar, puede dañar el intestino y, en segundo lugar, puede dañar órganos como el corazón y el hígado, y causar daños irreversibles.
 
Si ha tomado muchos comprimidos de hierro, debe ir al hospital tan pronto como sea posible; una sobredosis de hierro es una emergencia médica. El tratamiento tiene mejores resultados si se comienza dentro de una hora de haber tomado los comprimidos, por eso es importante actuar rápido.
 
Una sobredosis de hierro es la forma más común de intoxicación en los niños, generalmente cuando toman comprimidos para adultos. Los comprimidos de hierro suelen ser de un color brillante y estar recubiertos de azúcar, por lo que los niños pueden confundirlos con dulces. Es extremadamente importante asegurarse de que los medicamentos y comprimidos estén lejos del alcance de los niños.
 
Si toma una dosis habitual de comprimidos de hierro durante mucho tiempo cuando no lo necesita, también puede ser nocivo. El hierro puede acumularse en diversos órganos, como el hígado, el páncreas y el corazón, y eventualmente puede causar daños. Es importante evitar tomar comprimidos de hierro innecesariamente si tiene algunas afecciones heredadas, como hemocromatosis genética o talasemia.
 
Lea siempre el prospecto de información al paciente que viene con el medicamento y siga la dosis recomendada, a menos que el médico le haya indicado otra cosa.
 
Si usted tiene alguna pregunta o inquietud acerca de la sobredosis de hierro, consulte con su médico de cabecera.
 

Fuentes

  • Anaemia - iron deficiency. Clinical Knowledge Summaries. www.cks.nhs.uk, consultado el 22 de septiembre de 2009
  • Toxicity, iron. Emedicine. www.emedicine.medscape.com, consultado el 23 de septiembre de 2009
  • Iron poisoning - clinical features. GP Notebook. www.gpnotebook.co.uk, consultado el 23 de septiembre de 2009
  • Iron salts. British National Formulary. www.bnf.org, consultado el 23 de septiembre de 2009
  • Draft Iron and Health report 'Scientific Consultation' June 2009. The Scientific Advisory Committee on Nutrition, 2009. www.sacn.gov.uk

La anquilostomiasis ocurre cuando un gusano parásito (anquilostomas) se introduce en el intestino y se alimenta de la paredes de este. Esto puede provocar pérdida de sangre y es una causa común de deficiencia de hierro en ciertas partes del mundo, como en el trópico.
 

Explicación

Los anquilostomas son gusanos parásitos que pueden ingresar al cuerpo al ingerir alimentos contaminados o a través de la piel, generalmente por las plantas de los pies. Son frecuentes en los países tropicales subdesarrollados. Se calcula que más de 740 millones de personas en todo el mundo tienen anquilostomiasis, pero es rara en el Reino Unido.
 
Una vez que está dentro del cuerpo, los anquilostomas pasan a los pulmones. Luego se expulsan con la tos, se tragan y van al intestino (tubo digestivo). Una vez allí, se adhieren a la pared del intestino y se alimentan de la sangre.
 
La mayoría de las infecciones por anquilostomas son leves y generalmente no causan síntomas. Sin embargo, si la infección es más grave, la pérdida de sangre del intestino (que succionan los gusanos) puede provocar anemia ferropénica. Otros síntomas pueden incluir reacción alérgica en una parte específica del cuerpo y dolor de estómago. Estos síntomas pueden ser provocados por muchas afecciones, no solo por los anquilostomas. Es importante que consulte a su médico de cabecera para tener el diagnóstico correcto.
 
Una vez que su médico de cabecera lo haya examinado y preguntado sus síntomas, le pedirá una muestra de materia fecal. Esto es porque, una vez que están en el intestino, los anquilostomas expulsan sus huevos a través de las heces. También es posible que le ordene un análisis de sangre. Ambas pruebas se enviarán a un laboratorio para analizarlas. Una vez que tenga el diagnóstico, su médico de cabecera puede remitirle a un médico que se especializa en el tratamiento de enfermedades tropicales.
 
El tratamiento de la anquilostomiasis se efectúa con un medicamento que se llama mebendazol. Deberá tomarlo dos veces al día durante tres días. También necesitará tratamiento para la anemia ferropénica. Generalmente, es un ciclo con comprimidos de hierro, tales como de sulfato ferroso. Consulte siempre con su médico y lea el prospecto de información al paciente que viene con su medicamento.
 
Si usted tiene alguna pregunta o inquietud acerca de la anquilostomiasis o la anemia ferropénica, consulte con su médico de cabecera.

Fuentes

  • Anaemia - iron deficiency. Clinical Knowledge Summaries. www.cks.nhs.uk, consultado el 22 de septiembre de 2009
  • Aetiology. GP Notebook. www.gpnotebook.co.uk, consultado el 23 de septiembre de 2009
  • Hookworm. GP Notebook. www.gpnotebook.co.uk, consultado el 23 de septiembre de 2009
  • Hookworm disease. World Health Organization. www.who.int, consultado el 23 de septiembre de 2009
  • Hookworm: differential diagnoses & workup. Emedicine. www.emedicine.medscape.com, consultado el 23 de septiembre de 2009
  • Hookworm - treatment. GP Notebook. www.gpnotebook.co.uk, consultado el 23 de septiembre de 2009
  • Drugs for hookworms. British National Formulary. www.bnf.org, consultado el 23 de septiembre de 2009

 
 

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Esta información fue publicada por el equipo de Bupa de información sobre la salud, y está basada en fuentes acreditadas de evidencia médica. Ha sido sometida a revisión por médicos de Bupa. Este contenido se presenta únicamente con fines de información general, y no remplaza la necesidad de consulta personal con un profesional de la salud calificado.
 
 
Fecha de publicación: febrero de 2019

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Fuentes

  • Anaemia – iron deficiency. Prodigy. www.prodigy.clarity.co.uk, publicado en julio de 2011
  • Anaemia. Lab Tests Online UK. www.labtestsonline.org.uk, publicado en enero de 2010
  • Goddard AF, James MW, McIntyre AS, et al. Guidelines for the management of iron deficiency anaemia. Gut 2011; 60:1309–16. doi:10.1136/gut.2010.228874
  • The ferritin test. Lab Tests Online UK. www.labtestsonline.org.uk, publicado en mayo de 2004
  • Iron overdose. The Merck Manuals. www.merckmanuals.com, publicado en enero de 2009
  • Haemoglobin and iron. The National Blood Service. www.blood.co.uk, publicado en julio de 2008
  • Hookworm disease. National Institute of Allergy and Infectious Diseases. www.niaid.nih.gov, publicado en septiembre de 2010
  • Joint Formulary Committee. British National Formulary. 62nd ed. London: British Medical Association and Royal Pharmaceutical Society of Great Britain; 2011
  • Hotez PJ, Brooker S, Bethony JM, et al. Hookworm infection. NEJM 2004; 351:799–807. www.nejm.org
  • Personal communication, Dr John Houghton, Consultant Haematologist, Spire Manchester Hospital, 21 de noviembre de 2011

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