
Tiempo de lectura: 7 minutos
Muchos padres se enfrentan a la frustración que genera que, sin importar lo que hagan, sus hijos se nieguen a comer. Esto último es un problema que se presenta en cualquier lugar, sin importar el tipo de comida que se prepare o el tiempo que se dedique a ello.
Entender por qué los niños rechazan la comida, y saber qué recomiendan los expertos para evitar deficiencias nutricionales es fundamental, sobre todo si se quieren prevenir problemas a largo plazo y no se quiere reforzar el hábito de comer de forma negativa.
En este artículo explicamos por qué algunos niños rechazan ciertos alimentos, cuáles son las causas más frecuentes del comportamiento selectivo y qué papel juega el entorno familiar. Además, comentamos estrategias prácticas para afrontar el momento de las comidas con serenidad, lograr una alimentación equilibrada y respetar el ritmo individual de cada niño.
ÍNDICE
¿Por qué mi hijo no quiere comer?
Healthline habla sobre este tema y explica que rechazar los alimentos durante la infancia es una conducta muy común y hasta cierto punto normal. Por lo general, no está asociado a un factor importante o grave, sino a preferencias personales o falta de hambre.
En otros casos, la causa también puede ser alguna enfermedad infantil común como el dolor de estómago o el dolor de garganta, que dificultan la alimentación incluso en las personas adultas.
Es decir, la mayor parte del tiempo no se trata de niños exigentes que son selectivos al momento de comer. Entender esto es clave, porque además de evitar malos ratos, previene que se desarrolle un patrón de peleas o de castigos a la hora de comer.
Una señal importante de que el niño no está siendo quisquilloso con la comida, y que hay algo más que lo está afectando, es la presencia de síntomas como náuseas o dificultad para masticar o tragar ciertos alimentos.
En otros casos, también es posible que la negativa de los niños a comer se deba a problemas sensoriales, y es que algunas veces los niños pueden tener una sensibilidad particular a los colores o las texturas de los alimentos. Esto es algo que se puede diagnosticar, y que se puede superar a partir de un gran número de estrategias.
Algunos problemas adicionales, según los expertos, también pueden incluir problemas de habilidad motora oral, dolor por situaciones específicas como la dentición, o condiciones específicas como el trastorno por evitación/restricción de la ingesta de alimentos.
De cualquier manera, bien sea que se trate de factores emocionales o psicológicos, del miedo a probar nuevos alimentos, o de molestias físicas que afectan el apetito de los niños, no se les debe forzar a comer.
Para lidiar con este tipo de situaciones lo mejor es consultar a un especialista y poner en práctica algunas recomendaciones básicas sobre la alimentación durante la infancia. Tal como mencionamos antes, es algo normal durante esta etapa de la vida, y no se debe asumir que representa un problema a menos de que un médico lo indique.

Estrategias efectivas cuando tu hijo rechaza la comida
Las recomendaciones sobre este tema son muy variadas, y dependen del criterio de cada especialista. Sin embargo, existen algunas estrategias en las que la mayoría coincide, y que han demostrado ser clave para desarrollar buenos hábitos con la comida desde la infancia.
Estas son algunas de las más importantes:
- Limitar los refrigerios a lo largo del día: la Universidad de Utah explica que muchas veces los niños rechazan la comida porque han consumido muchos refrigerios a lo largo del día, y simplemente no tienen hambre. En este sentido, la recomendación es limitar la cantidad de snacks, bocadillos o frutas que se consumen entre comidas.
- No forzar ni obligar a los niños a comer: aunque pueda parecer que los castigos, las amenazas y los regaños son efectivos, la verdad es que hacen lo contrario y generan una relación negativa con la comida. Es responsabilidad de los padres que el momento de comer sea agradable, y para ello también deben soltar el control y respetar el ritmo de los niños.
- Limitar las distracciones en la hora de la comida: la tecnología se ha convertido en un enemigo en muchas situaciones. En particular, al momento de comer, las tabletas y los smartphones pueden hacer que se pierda el interés en la comida, por lo que se recomienda restringir su uso mientras se come.
- Servir las cantidades adecuadas para un niño: a veces los niños no se niegan a comer, sino a comerse todo lo que se les sirvió. Lo mejor es servir raciones pequeñas, ya que, si tienen hambre, lo más probable es que pidan más comida.
- Analizar los patrones de alimentación: algunos niños comen más en la cena que en el almuerzo, y viceversa. Es importante saber con qué comida tiene una mejor relación el niño, y en qué momento del día tiene más hambre.
Además de todas estas recomendaciones, es importante esforzarse por mantener un ambiente tranquilo en la mesa, respetar las preferencias de los niños y evitar el uso de chantajes o comparaciones. La comida debe ser algo para disfrutar, y que esto sea así depende por completo de la forma en la que lo aborden los padres.
Para complementar, recomendamos leer nuestro artículo sobre la pirámide alimenticia, ya que puede ayudar a los padres a entender cómo distribuir los alimentos en los platos que sirven a sus hijos.
¿Cuándo es recomendable acudir al pediatra o nutricionista?
Los pediatras no solo pueden brindar recomendaciones de alimentación saludable para los niños, sino que pueden ayudar a los padres a solucionar cualquier problema relacionado con la salud de sus hijos. En este sentido, es necesario mantenerse en contacto con los pediatras, y acudir a consulta cada cierto tiempo.
En el caso específico de los niños que rechazan la comida, Verywell Health señala que no siempre queda claro en qué circunstancias es apropiado acudir a un médico y evaluar si se trata de un problema. En algunas ocasiones, puede ser una conducta normal y que no afecta su desarrollo, mientras que en otras puede ser un motivo de preocupación.
Si se presenta alguno de estos síntomas, lo más conveniente es hacer una cita para que un profesional de la salud evalúe al niño:
- Pérdida de peso o ausencia de aumentos de peso durante un periodo de seis meses.
- Fracturas óseas.
- Ansiedad relacionada a la comida.
- Pérdida del apetito y rechazo a comer cualquier alimento durante dos o tres días.
- Arcadas o vómitos constantes al momento de comer.
- Piel amarillenta u otras señales de ictericia.
Un pediatra puede determinar si estos síntomas requieren de algún tipo de intervención y hacer recomendaciones específicas para que los niños tengan una dieta balanceada y saludable.
Antes de avanzar al siguiente punto, recomendamos leer nuestro artículo sobre alimentos prohibidos en el método BLW. Algunas veces los niños no están preparados para el consumo de ciertos alimentos, y es importante tener conocimiento de ello.

¿Cómo introducir nuevos alimentos si mi hijo no quiere comer?
La Revista Española de Nutrición Comunitaria habla de una conducta que es muy común en la etapa del desarrollo infantil, que se conoce como neofobia alimentaria. Este concepto hace referencia al miedo que pueden tener los niños a probar nuevos alimentos, sobre todo entre los 2 y los 6 años.
Para los niños, enfrentarse a un nuevo sabor, color, textura o incluso olor puede resultar abrumador. Por ello, los especialistas recomiendan introducir los alimentos nuevos sin presión, sin convertir la comida en una obligación o en una lucha.
Obligar a un niño a comer algo que rechaza puede generar una asociación negativa con ese alimento, dificultando aún más que lo acepte en el futuro.
Una alternativa a esto es introducir los alimentos nuevos de forma progresiva y repetida, y hacer lo posible por darle un buen ejemplo a los niños respecto al tema de la alimentación. En esto aplica también lo que comentamos en apartados anteriores sobre evitar las distracciones, y sobre alimentarse de forma equilibrada con una variedad de alimentos en el entorno familiar.
Otras técnicas que pueden favorecer la aceptación de los alimentos es jugar con la presentación de la comida, haciéndola más atractiva, e involucrar a los niños en la preparación de los alimentos. Darles tareas simples como lavar frutas, mezclar ingredientes o servir los platos puede aumentar su interés y disposición hacia lo que va a comer.
Es necesario investigar también sobre los alimentos alérgenos en bebés, ya que muchas veces los niños pueden tener cierta intolerancia a algunos alimentos, y por eso se pueden negar a consumirlos.
Seguros de salud con cobertura mundial
Si eres nuestro asegurado, en Bupa disponemos del servicio de orientación emocional Blua que permite comunicarte con profesionales de la salud mental a través de videoconsultas, dondequiera que estés y siempre que necesites apoyo. Tienes a tu disposición diferentes programas de salud mental para tu Bienestar Familiar que incluyen: Vida en pareja, Escuela de padres o Apoyo psicológico en el embarazo y postparto.
Es parte de los beneficios de tu póliza, sin coaseguro ni deducible.
Hábitos saludables en casa para prevenir problemas de alimentación
Para finalizar, es necesario que hablemos de hábitos saludables para prevenir problemas de alimentación. Ya mencionamos algunos de ellos a lo largo del artículo, pero en este apartado repasamos cuáles son y por qué son importantes.
Uno de los hábitos clave es mantener horarios regulares para las comidas y las meriendas. Los niños se sienten más seguros cuando hay rutinas claras, y esto también regula su apetito y su disposición a comer.
Asimismo, se recomienda ofrecer una alimentación variada desde el principio. Aunque el niño rechace ciertos alimentos, seguir presentándolos en diferentes preparaciones y combinaciones le permite desarrollar familiaridad sin presión.
También es útil comer junto a los niños y evitar las pantallas, haciendo de la comida un momento especial para compartir. Esto es algo en lo que profundizamos en nuestro artículo sobre hábitos saludables para niños.
Por último y si se tienen dudas, es recomendable acudir a un pediatra para evaluar si hay algún problema de fondo y tomar las medidas pertinentes para corregirlo.
Fuentes:
- https://www.healthline.com/health/parenting/child-refuses-to-eat-anything
- https://www.verywellhealth.com/what-to-do-when-your-child-is-not-eating-anything-1323965
- https://healthcare.utah.edu/the-scope/kids-zone/all/2024/11/why-my-child-suddenly-not-eating
- http://kidshealth.org/en/parents/toddler-meals.html
- https://www.nhs.uk/baby/weaning-and-feeding/fussy-eaters/
- https://www.renc.es/imagenes/auxiliar/files/Web%20RENC%202014%20-4-%20art%204.pdf