¿Sudar por la noche es normal? Causas y soluciones al sudor nocturno

Causas de la sudoración nocturna

Las causas de la sudoración nocturna son muy variadas, algunas de ellas responden a condiciones físicas o médicas, mientras que otras pueden estar relacionadas con factores externos o cambios en el estilo de vida.

Para darte una idea de cuáles son las razones por las que una persona puede sudar por la noche, te compartimos una pequeña lista con algunas de sus causas más comunes.

Menopausia

Una de las causas más comunes de sudoración nocturna en las mujeres es la menopausia, que se suele presentar entre los 45 y los 55 años de edad. Esto sucede porque los niveles de estrógeno y progesterona en el cuerpo disminuyen significativamente, lo que puede generar ciertos síntomas, dentro de los que se encuentran el sudar por la noche.

Generalmente, cuando las mujeres sudan por la noche a causa de la menopausia, se suelen despertar cubiertas de sudor. Además, es posible que la ropa de cama también esté mojada y que dormir resulte incómodo.

Según la Cleveland Clinic, existen algunos tratamientos que pueden ser muy útiles para aliviar la sudoración nocturna, dentro de los que se destaca el tratamiento con hormonas. Sin embargo, esto se debe hacer bajo estricta supervisión médica, ya que no es recomendable para todos los casos.

Trastornos hormonales

Otra de las causas por las que una persona puede sudar por la noche son los trastornos hormonales. En este punto ya no hablamos exclusivamente de mujeres, sino de hombres también, aunque según Sleep Foundation, el síntoma de la sudoración nocturna es más común en el género femenino.

Uno de estos trastornos hormonales que se suelen asociar con la sudoración nocturna es el hipertiroidismo, que produce en exceso hormonas tiroideas, acelera el metabolismo y aumenta la temperatura corporal. Las personas que tienen esta condición pueden tener episodios de sudoración nocturna de manera regular, lo que puede llegar a ser bastante molesto.

De igual manera, tenemos que hablar del síndrome de ovario poliquístico, que genera desequilibrio hormonales como el aumento de la testosterona y la resistencia a la insulina. En el caso de la insuficiencia ovárica primaria, el problema se presenta por la misma razón que en la menopausia, y es que el cuerpo de la mujer deja de producir estrógeno.

Infecciones

Las infecciones también pueden desencadenar episodios de sudoración nocturna, tanto si se trata de infecciones virales como de infecciones bacterianas. Algunas de estas infecciones, según Mayo Clinic, son:

• Brucelosis: es una enfermedad bacteriana que se transmite a los humanos principalmente a través del contacto con animales infectados o productos derivados de animales contaminados.
• Endocarditis: esta infección puede ser causada por una variedad de bacterias, incluidas especies de estreptococos y estafilococos. La endocarditis puede provocar una serie de síntomas, que pueden incluir fiebre persistente, fatiga, pérdida de peso y sudoración nocturna.  
• Tuberculosis: es una enfermedad que afecta principalmente a los pulmones, pero también puede afectar otros órganos y sistemas del cuerpo.

Cualquiera de estas infecciones requiere de atención médica, ya que pueden ser graves y potencialmente mortales si no se tratan adecuadamente. Es fundamental buscar atención médica tan pronto como se experimenten síntomas de sudoración nocturna, especialmente si están acompañados de otros signos de infección, como fiebre, fatiga y dolor.

Temperatura de la habitación

Además de las causas que ya mencionamos, que tienen que ver directamente con condiciones del cuerpo, puede haber algunas causas externas para la sudoración nocturna. En algunos casos es posible que las personas empiecen a sudar por la noche porque la temperatura de la habitación es muy alta.

Esto puede suceder, sobre todo, durante los meses de verano o en lugares donde el clima es más cálido y húmedo. Por lo general, para lidiar con esto, las personas utilizan ventiladores y aires acondicionados.

Aunque se trata de algo molesto la solución es muy sencilla. Además, no hay nada de qué preocuparse porque no tiene nada que ver con una condición médica. 
 

Consecuencias de sudar por la noche

Aunque se trata de un síntoma muy leve, la sudoración nocturna puede tener algunas consecuencias en la vida de las personas. Además, si se presenta junto a otros síntomas, es un indicador de un problema de salud.

A continuación, te comentamos cuáles son las consecuencias de sudar por la noche. En esta lista tenemos en cuenta sólo el impacto que tiene despertarse por el sudor, sin hacer referencia a condiciones médicas.

Interrupción del sueño

La principal consecuencia de sudar por la noche es la interrupción del sueño, y es que cuando la sudoración se presenta de manera constante durante la noche, es común despertarse por la incomodidad que genera.

Interrumpir el sueño y despertarse varias veces durante la noche puede tener consecuencias significativas para la salud y el bienestar general, ya que no es posible descansar y tener ciclos de sueño saludables. De igual manera, puede provocar fatiga y somnolencia diurna y afectar el estado de ánimo.

Malestar físico

La sensación de despertar empapado en sudor puede ser abrumadora y provocar una sensación de incomodidad generalizada. Además, el sudor puede causar irritación en la piel, especialmente si la sudoración está acompañada del roce constante con la ropa de cama o la piel de la pareja.

Hay que tener presente que muchas veces la interrupción del sueño no solo implica despertarse. Dependiendo de la cantidad de sudor, las personas también se levantan para ducharse o cambiar la ropa de la cama.

Impacto en la calidad de vida

Podemos decir que sudar por la noche afecta la calidad de vida de las personas de manera general, sobre todo por el impacto que tiene a nivel físico. La sensación de fatiga y falta de energía que experimentan las personas que tienen episodios de sudoración nocturna de manera frecuente les dificulta realizar sus actividades cotidianas de forma cómoda.

Esto es algo que puede tener un efecto negativo en el rendimiento laboral, porque resulta más difícil concentrarse y tener ánimo para hacer cualquier tipo de actividad. En algunos casos, cuando se trata de algo persistente y no se encuentra solución, es posible que también aumenten los niveles de estrés, ansiedad e irritabilidad. 

¿Es necesario acudir a un médico?

Sudar por la noche no necesariamente implica que se esté padeciendo de una condición médica, por lo que no hace falta acudir al médico si no se presentan más síntomas. En todo caso, la decisión depende de la frecuencia, la severidad y la persistencia de los episodios de sudoración.

En caso de que sí se presenten síntomas y los episodios de sudoración sean muy frecuentes, es importante acudir con un profesional de la salud, ya que es posible que el sudor sea reflejo de una condición médica subyacente.

Como mencionamos antes, el sudor nocturno puede ser síntoma de infecciones, trastornos hormonales y otras condiciones que solo pueden ser diagnosticadas por un especialista. Asimismo, cuando se trata de esto, el médico puede brindar soluciones y recomendar un plan de tratamiento.

Health Direct recomienda ir al médico cuando, aparte de la sudoración, también se presentan estos síntomas:

• Pérdida de peso.
• Fiebre.
• Dolor en partes específicas del cuerpo.
• Problemas estomacales. 
   

Consejos para prevenir la sudoración nocturna

En algunos casos es posible prevenir la sudoración nocturna, mientras que en otros tan solo es posible atenuar su intensidad. Todo depende de lo que esté causando que la persona empiece a sudar por la noche.

De forma general, Health Line comparte algunos consejos que pueden ser de mucha ayuda:

• Limitar el consumo de alcohol y de productos con cafeína.
• Evitar el uso de tabaco y de drogas.
• Procurar que el ambiente en el que se va a dormir sea fresco.
• Mantener un peso saludable.
• Evitar la comida picante cuando se tiene menopausia, porque puede empeorar los síntomas.

Además, también es recomendable mantener buenos hábitos de sueño, practicar algunas técnicas o ejercicios de relajación antes de acostarse y utilizar ropa de cama fabricada con materiales transpirables como el algodón.